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Luke Shapiro
21 años // Semivampiro con sangre de demonio de la lujuria
Dueño del Bar Luxury y líder del Damon Underground
Luxury Ft: Val Shapiro
Había pasado una semana desde la fiesta. Temas financieros aparte, yo estaba más nervioso de lo normal. Tras mi encuentro con Amanda, donde cada uno echó cosas en cara al otro, no la había vuelto a ver, y eso no era bueno. Amanda era una demonia completa y por mucho que me costara admitirlo, era más poderosa que yo. La única pregunta que quedaba por resolver era ¿qué estaba haciendo en Haven? No podía responder a eso. El negocio seguía bien. El Luxury mantenía su rivalidad con el club de streaptess de Mitzrael, lo cual no era ni bueno ni malo, simplemente, un hecho. Tendría que pensar algo para conseguir popularidad para mi local y desacreditar el suyo. Por otro lado, Shade me había informado de sus conversaciones con mi prima Val. Estaba muy orgulloso del demonio sombra, pues estaba inculcando a mi prima la esencia de ser descendiente de demonios. Estaba ayudándola a aceptarse a si misma. Yo mientras, estaba en mi casa (parte superior del Luxury) pensando en qué hacer al respecto de Mitzrael y Amanda, cuando todo a mi alrededor desapareció y se volvió oscuridad. Recorría el bosque con todos mis sentidos alerta. No estaba solo, pero era el que más adelantado iba. Me apoyaban demonios, podía olerlos. Todos íbamos a la caza de algo. Algunos efluvios los conocía, pero otros no, no obstante, sabía que eran aliados (esas cosas extrañas que no salen en los sueños, pero de alguna manera lo sabes XD) y todos estábamos en peligro. Finalmente llegamos a un claro y todos nos pusimos alerta. Mi prima estaba conmigo, al igual que Shade y Gael. Entonces, entre los arbustos, algo se empezó a mover. Una cola rojiza hizo aparición detrás de un brezo joven, luego otra y otra… Antes de darme cuenta, había 9 colas exactamente iguales que se agitaban al viento. Los pelos de mi nuca se erizaron ante aquella visión. Era eso lo que habíamos ido a cazar. Lancé los tentáculos de mi íncubo interior, pero no surtieron efecto y por la cara de Val, su poder tampoco servía contra aquel ser. Tendríamos que usar la fuerza. Me abalancé contra aquel ser, que sólo podía describirse como un zorro de 9 colas y cuando estaba a punto de alcanzarlo con mis garras, algo me golpeó. Rodé por el suelo y al levantarme… agité la cabeza, pues estaba viendo doble… Cerré los ojos y los volví a abrir, no me había golpeado tan fuerte… entonces… ¿por qué veía dos zorros con 9 colas? Desperté sobresaltado en mitad del despacho. ¿Qué demonios había sido eso? Miré el reloj, aún era por la tarde. ¿Me había desmayado unos segundos? Me levanté y fui a la nevera, a buscar algo de sangre. Tal vez estuviera algo debilitado, aunque no me imaginaba el motivo. ¿Podría haber sido algún demonio del sueño? No oía ni olía a nadie cerca, así que lo deseché… Aún así, estaba algo preocupado. Podía escuchar cláxones de coches y gente pidiendo ayuda. El pueblo parecía haber sufrido un lapsus y por el sonido, habían ocurrido multitud de accidentes. Decidí salir a la calle a ver si podía ayudar a alguien y esperando que no hubiese ningún vampiro por las calles. El olor a sangre era casi omnipresente. No muy lejos de allí pude reconocer la motocicleta que usaba mi prima. Corrí a ritmo humano hacia allí y miré a los alrededores. Val estaba atrapada. Fui hasta allí y la miré. Parecía consciente, pero no podía moverse. Su cabeza sangraba. –Voy a sacarte de ahí…-le dije. Miré a mí alrededor, pero nadie parecía estar mirando lo que yo estaba haciendo. Levanté el automóvil sin esfuerzo con una mano y rápidamente la saqué a ella de allí. –Será mejor que te cure esas heridas…-le dije, al tiempo que la cogía en brazos y comenzaba a caminar hacia el Luxury de nuevo. -Oye... no esperate, yo no puedo irme contigo... Tu levantaste un auto con tus manos-empezó a balbucear. Con una sola, para ser más exactos... pensé. -Tu no eres normal... bajame-me dijo. No pude evitarlo más. -Y eso lo dices tú precisamente...-comenté para mi mismo. Claro, ella ignoraba todo lo que yo sabía sobre ella. -Lo siento... lo siento, estoy diciendo puras tonterias-me dijo casi llegando al lugar. Una vez dentro del local, fui más rápido y en pocos segundos ya tenía a Val recostada en una cama y le estaba mirando las heridas. -Para empezar, si fuera un vampiro, mi temperatura corporal sería mucho más fría...-le dije mientras empezaba a limpiarle al herida de la cabeza. No parecía tener alguna conmoción grave, pero era mejor no arriesgarse. Luego la llevaría al hospital, o llamaría a alguien para que la examinara. -Por otro lado, no se por qué te quejas de anormalidad cuando eres una descendiente de súcubo que no alimenta su demonio interior como debería...-le comenté seriamente. Ella me miró extrañada. -Eres famosa más allá de este pueblo y yo tengo contactos en muchas partes...-le dije antes de que preguntara. -Ahora la pregunta sería... ¿Qué le ocurrió a la gran Valerie Shapiro para terminar en este estado?-le pregunté. ¿Habría perdido ella también el conocimiento como me ocurrió a mi? ¿Habría soñado? Le había dado posibles pistas sobre mi herencia genética, pero no sobre nuestra familiaridad... así pues, esperé a que ella me fuera hablando mientras seguía limpiándole la sangre. Una sangre que no despertaba mis instintos vampíricos...

Cassie Owen
25 años // Humana con habilidades
Arqueóloga, Buscatesoros y Cazadora. Miembro de la Orden de la Cruz Negra
Bosque Ft: Alice Cullen
Había transcurrido una semana desde que el agente de policía Alex McCandless y yo fueramos al bosque a ver la fiesta que habían realizado algunos adolescentes, y no tan adolescentes, cerca de la escena del asesinato del agente del FBI. Por consiguiente, el bosque había perdido cualquier posible y remoto rastro que pudiese llevarme hasta el asesino. Fantástico, sencillamente genial. Esta semana había estado de bastante mal humor. Me había enterado que uno de los miembros de la Cruz Negra estaba en Haven. Su nombre era Lucas Ross. A él lo había conocido hacía pocos años, en una reunión de la organización. Así que esperaba encontrármelo pronto. Luego de hacer mi ronda matutina de entrenamiento y darme un buen baño en la piscina, decidí ir a dar una vuelta por el bosque. Lo cierto es que también esperaba encontrarme con el hada que había visto hacía una semana. No obstante, mientras caminaba entre los verdes y húmedos árboles, mi vista se nubló y sentí como caía al suelo. Una figura de cabello rubio me miraba y sonreía con maldad… el símbolo que no había logrado descifrar… un gato… no, una gata negra que huía de algo… una gota de sangre que caía por la gravedad… una gran explosión… el fin del mundo como lo conocíamos. Me desperté sobresaltada en mitad de la maleza. Aún aquella serie de imágenes se agolpaban en mi mente ¿Qué me había ocurrido? Tenía la ropa sucia y mi pelo se había llenado de hojarasca. Me levanté del suelo y empecé a sacudirme. –Esto es muy raro...-murmuré. Entonces, escuché algo en la lejanía. Parecían pasos… Me agazapé y me quedé en alerta, pero al ver que era Alice Cullen, relajé mi cuerpo. –Buenas tardes Alice-la saludé amablemente. -¿Estas bien Cassie?-me dijo ella. Asentí con la cabeza. -Mi vista se nubló durante unos segundos y caí...-le dije quitándole importancia al asunto. ¿qué significaba mi sueño? ¿Por qué estaba tan intranquila? -Las cosas estan muy feas en el pueblo... Hay muchos accidentes, ¿Segura que estas bien?-me dijo Alice. -Perfectamente-le comenté. Ella pareció irse a otro mundo y volver en cuestión de segundos. -Y tú estás bien??-le pregunté. Lo cierto es que Alice siempre había sido un poco rara a su manera, pero me gustaba su energía y alegría. Miré en dirección al pueblo, aunque sólo veía árboles. -Si hay accidentes habrá sangre...-le comenté. -Crees que podrás soportarlo??-quise saber. Lo que menos quería era que una buena vampira se volviera loca por el olor a sangre. Miré mi cuerpo, tenía una pequeña herida en un brazo, era un rasguño y no sangraba, pero habían algunas gotas de sangre en el brazo. Rápidamente rasgué un jirón de mi camisa y me tapé la herida, no quería provocar o incomodar a mi acompañante.