1x01 . can you keep a secret?

Yo ya no sabia que pasaba... me habia perdido algo... Derepente Lynne se alejo de nosotros, asustada, a mi sobre todo me miro y me grito como nunca lo habia echo y yo agache la mirada sin saber que decir... Se marcho corriendo, mi reacción fue ir trás ella obviamente, pero Emmet fue el que se encargo de ir, me fie de el, aunque... estaba bastante nerviosa, Edward y yo nos quedamos solos otra vez, y mi mirada miraba al vacio por el lugar donde se habia ido mi hermana corriendo... ¿ahora ella también estaria en peligro con los Vulturi?, ¿sabrá guardar el secreto?, empece a tener sudores frios. - Tengo que ir con ella Edward. - dije sin mirarle... empece a caminar hacia alli, mi hermana no pudo haber ido muy lejos aunque fuese corriendo, el caso es que no la veia por ningun lado, ni a ella ni a Emmet. Me acerque de nuevo a Edward. - ¿Les oyes?, ¿esta bien mi hermana?. - lo preguntaba tan rapido que no le daba tiempo a contestar... era increible que pareciese que el mundo realmente estaba contra nosotros, si no era una cosa era otra. - ¿Que ha ocurrido?. - me referia a que si habia oido algo en la mente de Emmet... por que habia ocurrido todo esto...

Caminé con paso ligero hacia la cafetería más cercana, apenas a unos metros de donde nos habíamos chocado y pedí un cappuchino con virutas de chocolate y una ensalada césar y un sandwitch de jamón y queso para Val. Además, compré una botella de agua fría. Una vez me despacharon todo, caminé hacia ella, que parecía querer dormir plácidamente. Le ofrecí la ensalada, el sandwitch y la botella de agua. -Me agrada mucho este arbol-me dijo mientras le daba una mordida al sandwitch. La miré y sonreí. -Quién te escuche puede pensar que estás enamorada del vegetal...-le comenté. Me quité la capucha. Estábamos algo alejados de la gente y mi cuerpo daba de espaldas a la calle, por lo que no podrían verme el rostro tan fácilmente. Le di un sorbo a mi café y la miré entretenido, mientras ella comía un poco. -Voy a tener que darle un toque de atención a Dan si enfermas...-le comenté serio. -Él no debería dejar que llegaras hasta estos casos de agotamiento-volví a decir. Luego la miré y sonreí. -Le has dicho ya?...-le cuestioné. Por lo que tenía entendido, su compañero de trabajo no sabía que ella tenía sangre de demonio, aunque conociendo al sabueso de Dan, seguro que sospechaba que algo raro había en ella. . La incógnita era... ¿¿cómo se lo tomaría?? Volví a darle un sorbo al café, mientras observaba la reacción de Valerie. -No... yo... se que odia mucho a los vampiros-dijo ella. ¿Y? Los vampiros diferían de nosotros enormemente. -No creo que sea buena idea... es decir, el podria odiarme si lo sabe... No le agradan los...-siguió hablando. Hice un sonido de disgusto. Humano puro de mente cerrada... bah!! -Bueno yo no quiero que me odie... No podria soportarlo-dijo entonces. Una opresión en mi estómago. Las espirales de mi cuerpo giraron levemente más rápido. Ella empezó a remolonear con la ensalada y luego de algunos instantes y unos gestos de más, volvió a mirarme. -Pero no importa, el no nesesita saberlo, no es que piense estar trabajando junto a el por mucho tiempo... Es peligroso ya sabes dejarlo a la exposición de Lola-Me agradó el hecho de que pensara abandonar a su compañero en un futuro próximo, pero internamente negué sus palabras. La exposición de Lola era su exposición. Aún así, las espirales de mi "piel" volvieron a su velocidad normal-Por lo menos se que tu tienes tu propio amigo que puede protegerte... Pero Dan no tiene como defenderse de mi-me dijo. La miré a los ojos fijamente y tomé su mano. Instantáneamente adopté el aspecto de un humano corriente. -Yo no tengo a ningún amigo Val... yo soy así, humano y demonio, todo en uno...-le dije. -Y tú eres igual, sólo que culpas a tu parte de demonio de cosas, expresas una doble moralidad para sentirte éticamente buena, pero lo que tu parte demoniaca hace no es malo, sólo se alimenta, sólo sobrevive...-le dije. -Deberías empezar a pensar en Lola como en tí, ya que es eso lo que es...-le dije. Pestañeé un par de veces y me quedé mirándola fijamente de nuevo. -Cuándo vas a entender que Lola eres tú?-murmuré algo molesto. Sin darme cuenta, me había acercado a ella poco a poco. Aún estábamos relativamente lejos, pero mucho más cerca de lo que era seguro con Val hambrienta de lujuria. Aún conservaba su mano sujeta, quería que viera la determinación de mis palabras en mi expresión.