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Luke Shapiro
21 años // Semivampiro con sangre de demonio de la lujuria
Dueño del Bar Luxury y líder del Damon Underground
Hospital Ft: Brad Parker
Aún después de pasadas dos semanas, no podía evitar que mi cuerpo reaccionara ante el solo recuerdo de lo sucedido con Drew. Su aliento en mi piel, su lengua jugando con la mía, sus manos recorrer mi cuerpo. Un estremecimiento me recorrió al recordar lo bien dotado que estaba. Pero lo que más recordaba, con tanta vividez como si estuviese sucediendo en el momento, era su actitud. Una actitud completamente dominante, como si tuviese que demostrar su superioridad y ganarse el respeto. Era algo que no terminaba de comprender y que era posible que estuviese ligado a su naturaleza lobuna. Yo no me opuse a sus intenciones. Le dejé dominarme y saboreé lo que era tener a un licántropo en mi interior. Algo que a priori fue algo doloroso, pero leugo se convertiria en una experiencia desmesuradamente placentera. Una experiencia completamente salvaje y visceral, instintiva y pasional. Miré mi pantalón mientras terminaba de aparcar el coche en el parking del hospital. Maldita sea!! Mi erección era bastante notoria bajo los vaqueros negros que tenía puestos. Más me valía pensar en otras cosas. Así que mentalmente comencé a hacer un recuento de estas dos semanas, dejando en un precario olvido la situación vivida con el lobito. Dirdel seguía trabajando en el Luxury, pese a que ahora era una simple humana. Gael y Shade... bueno, ellos seguían con sus cosas, atendiendo el bar y divirtiendose, sobre todo Gael (?). Y yo me había dedicado principalmente a tratar de proteger a todos los demonios del pueblo. El marido de Amanda había sido liberado de donde fuera que hubiera estado retenido durante estos siglos, y eso nos ponía a todos en peligro. Por eso mismo había ido hacia el hospital. Había un demonio en cuestión con quien quería hacer amistad. Me acerqué a la zona de ambulancias y allí estaba, preparando el material del automóvil. -Buenas noches señor Parker...-le dije cuando estuve en la zona iluminada del garaje. -Me recuerdas??-le pregunté divertido. A fin de cuentas, en la fiesta apenas habíamos podido hablar y estaba seguro de que no me había reconocido, pero nuestro encuentro en el bosque, estaba seguro que ese no lo había olvidado.

Shade Meyer
21 años // Humano con una octava parte de demonio de sombras
Camarero del bar Luxury. Mano derecha de Damon Underground
Casa Shade Ft: Dan Sullivan
La visita a casa de Dan había sido completamente desastroza. Tuve que marcharme para evitar perder el control antes incluso de haberles dicho lo que tenía que contarles. Aunque a esas alturas, ya era inútil que hablara con ellos sobre ese asunto. Estas dos semanas, los había evitado de la forma más descarada. Y era posible que Val se sintiera confusa por el hecho de haber perdido su fuerza y reflejos, y ahora necesitara un amigo, pero yo no podía ser eso. No ahora. Tenía que asumir el hecho de que había sido solo alimento para la parte demoniaca de Val y poco más. Eso dolía y tenía que aprender a vivir con ello. Entre el trabajo y las búsquedas que Luke me mandaba, gastaba mi tiempo. Hoy tenía mi noche libre, así que estaba en mi casa descansando. Fue entonces cuando sonó el timbre de mi casa. Fui hasta la entrada, sin saber muy bien quien podría ser, y abrí la puerta sin muchas ganas. Allí me encontré a Dan. -Vengo en son de paz -me dijo elevando las manos. Las espirales de mi piel, que se habían acelerado, volvieron a ralentizar su movimiento. -No sé que és lo que querias contarnos, no sé por que te pusiste como un energumero pero yo...quiero que sepas que quiero a Val y me da igual que yo te caiga mal o que la quieras por que no voy a dejar que nada ni nadie se interponga entre ella y yo...y esto no és una amenaza por que sé que a ella le importas y no hay nada que me gustase más que poder llevarme contigo al menos soportablemente por ella... solo quiero que sepas que soy capaz de todo por ella y que no voy a dejar que tan siquiera Lola sea un obstaculo... no tenemos prisa en ningún aspecto... aunque no creo que eso sea asunto tuyo.-empezó a decirme. Yo lo miraba sin expresión alguna en mi rostro. Enarqué una ceja cuando él terminó, aunque él no apreciara ese gesto en mi cara. -En primer lugar Dan...-le dije calmado. -Ni me caes mal, ni pretendo interponerme entre ella y tu.-le conté. -No voy a negarte que me gusta, porque creo que resulta demasiado obvio, al menos para ti...-sonreí de lado. -pero soy lo suficientemente maduro como para alejarme si eso es lo que le conviente.-añadí. Él aún se encontraba en la entrada de mi casa y yo frente a él, bloqueando la entrada a mi hogar, apoyado en el marco de la puerta. -En segundo lugar-seguí enumerando respuesta a su especie de confesión, mientras iba dividiendo su monólogo por partes. -no entiendes ni la mitad de todo este asunto de nuestras partes demoniacas... y no voy a ser yo quien te lo explique, espero que eso no te ofenda, pero es que ni tengo ganas, ni creo que pudieses llegar a entenderlo.-le dije. No iba a poner a explicarle el que Lola realmente no existía y que era una parte de la propia Val, sería demasiado para su humana comprensión. -Por último, lo que iba a decirles ya no tiene importancia...-murmuré. -Está claro que ustedes dos ya os habéis acostado así que supongo que Val descubrirá por si misma lo que trataba de advertirle...-le dije. -Algo más?-pregunté con voz neutra.

Cassie Owen
25 años // Humana con habilidades
Arqueóloga, Buscatesoros y Cazadora. Miembro de la Orden de la Cruz Negra
Casa Ross Ft: Lucas Ross
La rubia había conseguido el cofre, a pesar de mis intentos para que eso no sucediera. Por otro lado, un corte que ella mismo me hizo, fue lo que desencadenó todo. Una gota de mi sangre cayó al cofre y este comenzó a vibrar y a brillar como si de un corazón se tratase. Un sonido ensordecedor provocó que cayera al suelo casi inconsciente y cuando me di cuenta, un hombre moreno se encontraba desnudo sobre el cofre, abierto en el suelo. Algo intentó hacer, pero por su cara, no había surtido efecto, así que tomó a aquella rubia y ambos desaparecieron en un pestañeo. Había tenido suerte de salir con vida de aquella ridícula situación en la que me había metido por simple curiosidad, pero había pasado casi todo este tiempo en la mansión, bajo los cuidados de Winston. Por otro lado, uno de los hermanos Forester había desaparecido y no podía pedirle ayuda ahora a Jensen, él tenía lo suyo. Así que recurrí a otro de mis apoyos. El miembro de la Cruz Negra que se encontraba en Haven, Lucas Ross. Así pues, me dirigí hacia su casa, donde esperaba encontrarlo a solas, para ver si él podía averiguar algo sobre aquel ser, que a toda comprensión, parecía un demonio...

Sam Davis
Aparenta 28 // Híbrido Demonio-Angel
Desempleado
Casa Davis Ft: Amanda Davis
No podía creerme que hubiese pasado tanto tiempo encerrado en aquel extraño mundo donde Nadya me había desterrado. Para mi, apenas habían pasado un par de días, unos días en los que mi odio hacia todos los brujos creció, pero que aún así, aumentó exponencialmente cuando fui consciente del tiempo real que había transcurrido. Esa estúpida bruja y su descendencia me las pagarían. Lo había intentado con aquella gata que había sido la partícipe de mi liberación, no obstante, mis poderes demoniacos parecían estar sellados de alguna manera. Desde entonces, había pasado estas dos semanas en la casa que mi querida esposa había adquirido en este lugar. Conforme el tiempo pasaba, mis recuerdos del día que había sido recluido volvían a mi y con ello me daba cuenta de que antes de mandarme físicamente a otra dimensión, dividió mis poderes en sus formas elementales y los disgregó por el mundo en forma de talismanes. Si rompía esos talismanes, mis poderes regresarían a mi. Pero... ¿cómo encontrar unos talismanes que tenían más de una centuria de perdidos? Además... esta época era muy caótica. La gente no parecía creer en demonios, ni en magia. Habían aparatos donde gente pequeña hablaba, o contaban una historia en un par de horas. Amanda me ayudaba a adaptarme a este siglo, pero había mucho que aprender y muy poco tiempo. Yo quería salir, a buscar mis poderes, pero según mi mujer, no era prudente aún. Los ángeles podrían encontrarme y sin mis dones, estaría perdido. Miraba la noche desde el balcón de la casa, pensando en mis cosas...